Los abejarucos, con su vistosa coloración y sus habilidades aéreas, siempre han capturado la admiración de quienes nos dedicamos a la observación de aves. Dentro de este grupo, el Merops leschenaulti, conocido comúnmente como el Abejaruco de Leschenault, es una especie que no deja de asombrar. ¿Qué tiene esta ave que la hace tan especial? Sigue leyendo para descubrir los secretos de esta maravillosa especie.
El Abejaruco de Leschenault es una criatura que parece haber sido diseñada por un artista. Su apariencia es inconfundible: una longitud que oscila entre los 23 y 26 centímetros y un peso aproximado de 30 a 40 gramos, este ave es relativamente pequeña pero llamativa. La coloración principal de su plumaje es un marrón terroso que se funde en tonalidades amarillas y verdes en sus alas y cola. Una característica distintiva es una raya negra a través del ojo, como si fuera un antifaz, que contrasta con su garganta amarilla y su vientre azul verdoso. Los sexos son similares, pero la hembra es ligeramente más pálida en coloración.
El Abejaruco de Leschenault prefiere los ambientes cálidos y soleados. Su hábitat abarca áreas abiertas con árboles dispersos y campos agrícolas. Originalmente descrita en la India, la distribución del Merops leschenaulti se extiende por el subcontinente indio y partes del sudeste asiático. Aunque se encuentra principalmente en regiones de baja altitud, puede llegar hasta los 1.500 metros sobre el nivel del mar en algunas áreas.
Aunque no todos los abejarucos son migratorios, el Abejaruco de Leschenault muestra un patrón migratorio interesante. Se trasladan estacionalmente dentro de su área de distribución, buscando las condiciones óptimas para alimentarse y reproducirse. Durante los meses más fríos, se desplazan hacia el sur, y con la llegada de la temporada de monzones, algunos individuos se mueven hacia las regiones norteñas.
El comportamiento del Abejaruco de Leschenault revela su adaptabilidad y habilidad para sobrevivir en diversos entornos. Son aves diurnas, activas principalmente durante las horas de luz, cuando se alimentan de insectos, con una preferencia particular por las abejas y avispas, las cuales atrapan con impresionantes maniobras en vuelo. Su rol ecológico es vital, ya que controlan las poblaciones de estos insectos.
La temporada reproductiva del Abejaruco de Leschenault coincide con la época de pre-monzón, cuando las condiciones son ideales para la crianza. Excavan nidos en taludes arenosos o en terraplenes de ríos, donde la hembra pondrá de 4 a 5 huevos. Ambos padres participan en la incubación y el cuidado de los polluelos, que nacen al cabo de unas tres semanas. La crianza de los polluelos es una tarea compartida, y los jóvenes abejarucos suelen volar del nido aproximadamente un mes después de la eclosión.
El estado de conservación del Merops leschenaulti es actualmente de preocupación menor según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). A pesar de esto, enfrentan amenazas como la pérdida de hábitat y el uso de pesticidas que disminuyen su fuente de alimento. Los esfuerzos de conservación se centran en la protección de sus hábitats y la concienciación sobre la importancia de esta especie en la biodiversidad local.
Una curiosidad fascinante sobre el Abejaruco de Leschenault es su técnica para lidiar con las abejas y avispas que comen. Estas aves golpean a sus presas contra una superficie dura para eliminar el aguijón antes de consumirlas. Además, estas aves son sociales y a menudo se ven en grupos, especialmente durante la migración, lo que es un espectáculo digno de admirar.